
Tras más de año y medio en silencio, Varelalia Podcast vuelve a sonar con la serenidad de quien ha elegido bien el momento y el rumbo. No es un simple comeback: es el reinicio consciente de un proyecto que, desde 2021, se ha ganado un lugar propio en la divulgación de tecnología accesible y social. Regresa la voz de Enrique Varela —pionero en eso de poner la innovación al servicio de la vida cotidiana— con un propósito claro: menos ruido, más criterio; menos escaparate, más pensamiento.
El propio Varela lo explica nada más abrir el micro de la temporada 2: ha cambiado el formato porque también cambia su mirada. Agradece, y con razón, a la comunidad que lo empujó a volver y que le ha han ayudado a tejer las nuevas sintonías y transiciones de esta etapa con Suno AI. Incluso hay un guiño personal: una pieza irlandesa arreglada para cerrar cada episodio, breve y entrañable, que funciona como firma sonora. Es un gesto coherente con lo que viene: un programa con piel y con pulso, que se toma el tiempo necesario para contar bien lo que merece la pena contar.
La declaración de intenciones es nítida. Varelalia se orienta al pensamiento sobre tecnología de asistencia y tecnología social, a las políticas tecnológicas que nos afectan y a los estándares que marcan el terreno de juego. ¿Hacia dónde va la accesibilidad web tras el empuje de la IA generativa? ¿Qué papel tendrá el W3C en la próxima oleada de sitios y servicios? ¿Qué suponen los nuevos navegadores y entornos —como Comet— para quienes usan lector de pantalla o braille? Preguntas así, con contexto y con calma. Habrá muy pocas demos (solo las necesarias) y ningún “unpacking”: cuando aparezcan, será porque de verdad aportan algo que no se está haciendo en otros podcasts en español.
También cambia el ritmo: sin periodicidad forzada. Mejor un episodio hecho con ganas que una entrega más en la agenda. Unas veces habrá tertulia, otras entrevistas, y otras, Varela en solitario. La brújula será el feedback de la audiencia —ese “premio” que, como recuerda Enrique, es el único que cuenta en un proyecto sin publicidad— y la constancia de un compromiso: hablar de tecnología centrada en las personas y hacerlo lo mejor posible.
Y para que no queden dudas del tono, el estreno entra “de hoz y coz” en un tema con mucho tacto: una demostración de las mejoras en Braille con la nueva función “Braille Access” para iPhone y iPad. Un primer episodio que encaja como un guante con la nueva línea editorial: alto valor práctico, cero artificio y una idea de fondo que vertebra Varelalia desde su origen —la tecnología, cuando está bien hecha, amplía capacidades y devuelve autonomía—. Aquí empieza la temporada 2. Y empieza, como debía, con una historia que se puede tocar con las yemas de los dedos.
Un podcast pionero en tecnología accesible
Desde sus primeras temporadas, Varelalia Podcast se propuso una tarea tan discreta como decisiva: iluminar con calma todo aquello que mejora la vida y casi nunca ocupa portadas. La fórmula fue sencilla y eficaz: entrevistas que abren puertas, tertulias que ordenan ideas y demostraciones prácticas que aterrizan conceptos en lo cotidiano. Así nació la serie “¿Qué es y cómo funciona?”, donde Enrique Varela, junto al experto y consultor tecnológico Jonathan Chacón, puso orden en asuntos clave de nuestra vida digital: cómo proteger la privacidad sin caer en el alarmismo, qué significa construir una identidad digital sólida y, sobre todo, cómo colocar la inteligencia artificial “en su sitio”, lejos de los mitos y de las promesas fáciles. Episodios claros, didácticos y con sentido común que ayudaron a identificar riesgos como el phishing o la guerra cibernética, y a sustituir el miedo por hábitos de autocuidado.
Varelalia también encontró su voz más cercana en la cocina. “Cocinar con tacto”, la sección de la chef doméstica Segun Silva, convirtió los fogones en un laboratorio de accesibilidad. No se trataba solo de preparar un redondo de ternera con salsa de pimientos o unas delicias de merluza, sino de compartir trucos que marcan la diferencia cuando no se ve: reconocer a oído cuándo el aceite está listo, elegir utensilios que facilitan cada gesto, organizar la encimera para trabajar con seguridad. El resultado era tan sensorial que el oyente casi podía oler la salsa y escuchar el crepitar de la sartén: una “cocina friki” en el mejor sentido, útil, ingeniosa y profundamente humana.
Esa mirada práctica se extendió a la tecnología cívica y a la sostenibilidad. Varelalia abordó la energía solar como herramienta de autonomía para comunidades y personas con discapacidad, integrando medio ambiente y accesibilidad en la misma conversación. Y se echó a la calle para probar, paso a paso, la movilidad urbana accesible. En febrero de 2024, Varela se calzó unos auriculares de conducción ósea y, micrófono en oídos y mano, recorrió Vallecas con VoiceVista, la evolución comunitaria de Microsoft Soundscape. La caminata demostró cómo GPS y audio 3D pueden describir cruces, fuentes, bancos, escaleras o monumentos, trazar rutas, fijar puntos de referencia como migas de pan y guiar de un punto a otro con indicaciones sonoras, todo ello de forma gratuita en iOS. La comparación, serena y sin ánimo de duelo, con la app Lazarillo, dejó una idea nítida: con buenas herramientas, una ciudad entera se vuelve más legible para quien camina con bastón blanco o con perro guía.
Enrique Varela: tecnología para la vida
Detrás de cada episodio está la voz templada de Enrique Varela Couceiro, que habla desde dos lugares a la vez: el conocimiento técnico y la experiencia vital. Ciego desde muy joven, lleva más de cuatro décadas demostrando que la innovación merece la pena cuando amplía capacidades y respeta los ritmos de la vida real. Su trayectoria lo avala: dirigió tecnología accesible e I+D en la ONCE, modernizando la investigación desde los años ochenta; impulsó en 2002 Technosite, pionera en accesibilidad web y consultoría; y en 2008 fundó Funteso, la Fundación Tecnología Social que presidió hasta hace muy poco. Su trabajo, estrechamente vinculado al W3C, ha contribuido a una web más inclusiva, y le ha valido el reconocimiento del sector como precursor de la tecnología social: esa que no deslumbra por deslumbrar, sino que, sencillamente, sirve a su fin.
Pero acaso la mejor definición sea la suya: “la tecnología es una herramienta para mejorar la vida de la gente; un elemento que realmente empodera”. Esa idea traspasó fronteras en 2020, cuando Tim Cook lo mencionó en pleno lanzamiento del Apple Watch: un usuario ciego que usa su reloj para casi todo —consultar la hora, llamar un taxi, hacer ejercicio— como ejemplo de diseño bien pensado al servicio de la autonomía. Varela leyó aquel gesto como lo que era: un reconocimiento colectivo a una comunidad que lleva años usando, puliendo y reivindicando tecnología con propósito.
Esa filosofía —empoderar, igualar oportunidades, construir una sociedad mejor con herramientas bien diseñadas— ha sido y es la columna vertebral de Funteso y de Varelalia. Por eso su regreso importa: porque no regresa una marca, sino una forma de contar la innovación. Con tono sobrio y cercano, sin efectos especiales, Varela vuelve a narrar lo esencial: la historia del invento que devuelve independencia, del esfuerzo que derriba una barrera, del pequeño avance que, de repente, te permite estudiar, cocinar o recorrer tu barrio con una seguridad nueva. Y ahí, justo ahí, es donde la tecnología deja de ser promesa y se convierte en parte determinante e imprescindible de nuestra vida.
Escucha el episodio 1 de la nueva etapa: “declaración de intenciones y acceso a braille Acces en iOS 26” de Varelalia Podcast (el retorno) en Spotify.
Escúcha el episodio en Apple Podcast.
Y paulatinamente se irá incorporando a otras plataformas.
Autor: Ricardo Abad